
La creciente implementación de tecnologías 5G ha generado un amplio debate sobre sus posibles efectos en la salud humana. Un estudio reciente ha explorado cómo la exposición a la radiación 5G puede afectar a los componentes de la sangre humana, revelando hallazgos preocupantes que merecen ser discutidos.

El 16 de septiembre de 2024, se publicó un informe revelando que las mediciones realizadas en octubre de 2023 en el centro de Estocolmo indican niveles alarmantemente altos de radiación de 5G en varios espacios públicos. La medición más elevada, de más de 11 millones de microvatios por metro cuadrado (μW/m²), se registró en Mäster Samuelsgatan.

De todos los que los que estamos defendiendo un cambio normativo y aplicar el principio de precaución en las radiaciones no ionizantes, sabemos de los conflictos de intereses de los investigadores en los grandes estudios con una buena dote de presupuesto, aquí os pongo una relación de la presión de la industria en la FCC (La comisión federal de comunicaciones de EEUU) para alargar el máximo de tiempo posible y entorpecer el debate sobre los efectos biológicos.

El mundo avanza hacia el desarrollo del campo de las telecomunicaciones que conduce al incremento de la radiación no ionizante en el medio ambiente que afecta a todos los seres vivos, incluidas las plantas que crecen cerca de las estaciones base de comunicación.